Te recogemos puntuales a las 7:00 para coger la carretera que nos llevará a las tierras del sur, haciendo paradas a placer donde contemplar, la belleza de la montaña y atravesando puertos por encima de los 2.200 metros. En el camino conocerás pueblos bereberes con tradiciones y arquitecturas milenarias y empezarás a comprender el gran patrimonio cultural y humano que ofrece Marruecos, con la Kasbah de Air Ben Haddou, donde disfrutarás del almuerzo. Antes visitaremos ésta fortificación de adobe, de belleza y encanto cinematográfico, Patrimonio de la Humanidad por su rico legado cultural, histórico y humano; Representa una muestra de la arquitectura y los pueblos que han dado forma a ésta tierra, Los Imazighen (bereberes). Proseguimos hasta Agdz, el frondoso Valle del Draa, que te deleita con su franja impenetrable de palmeras verdes que contrastan con las tonalidades ocres de los riscos aledaños. Estamos llegando a la reina del sur, la ciudad de Zagora, puerta de entrada a tierra de touaregs. Tomamos un respiro aquí, para asimilar que estamos llegando al Sáhara, ¡ Ahí es nada…!. Un poco mas de travesía y nos encontramos ya en el desierto, estamos en las dunas de Lihoudi. Los dromedarios nos esperan para adentrarnos entre las montañas de arena a lo largo de una hora de paisajes insólitos y adentrarnos en nuestro campamento de jaimas nómadas, para vivir una noche tradicional, no antes de contemplar un espectáculo sin igual , ver caer el sol sobre las arenas de la inmensidad del lugar. Ahora sí, llega el momento de la cena, servida con la amabilidad de nuestro pueblo y amenizada por la hoguera, único ápice de luz tenue y romántica para contemplar la bóveda de estrellas que cubre el cielo. La jaima está dispuesta para el descanso placentero con un silencio infinito.

Pues no la belleza del crepúsculo vespertino no fuera ya un espectáculo intenso, nos aguarda ahora la explosión de colores de la mañana en una rivalidad permanente en hermosura, poesía e inspiración. Sal corriendo a verlo, si consigues despegar las sábanas tras una noche de paz absoluta. Despertarás del sueño, ahora sí, con el desayuno rico y natural para volver con el legendario 4x4 del desierto, “ tu dromedario ”, hasta el pueblo de M´Hamid. Seguidamente es hora volver al punto de partida y despertar de éste sueño real y auténtico. Antes en el camino, descubrirás los estudios de cine más grandes de África, en la ciudad de Ouarzazate, lugar también para disfrutar del almuerzo. La sobremesa la haremos por el camino donde todo a nuestro paso, te aportará el conocimiento de esta parte del país. El reto esta cumplido, pues sobre las 6 de la tarde estaremos en Marrakech, para pasar la noche o llevarte al aeropuerto, consiguiendo así en 48 horas, que vivas una experiencia inolvidable y te lleves un pedacito de ésta tierra en el corazón.

POR QUE VIAJAR NO ES UN LUJO,

ES UNA NECESIDAD